martes, 29 de noviembre de 2016

EDUCADNOS EN IGUALDAD

Querido papá:

Desde antes de nacer, ya me querías y te preocupabas por mí. Luego, protegerme fue lo más importante de tu vida; y tu máximo placer, llenarme de besos y de amor cuando volvías, cansado, del trabajo.
Te preocupaste de que fuera a un buen colegio, de que tuviera buenas amigas, de que mis notas fueran excelentes.
Me compraste juguetes, ropa y otros caprichos. Me pagaste un curso de inglés en Irlanda durante todo un verano.
Me llevaste al cine, a la ópera y al teatro. Me leíste libros cargados de moral y llenos de sabiduría. Paseamos de la mano por las grandes avenidas de las ciudades más cosmopolitas de Europa.

Me lo diste todo. Y sin embargo…

Te reías con tus amigos mientras contabais chistes sobre mujeres mandonas y rubias torpes.
No confiaste en aquella mujer que hubiera hecho crecer tu negocio como nadie lo había hecho hasta entonces ni lo haría jamás.
Esperabas que mamá fuese la que se levantara a hacer la cena una noche detrás de otra.
No te gustaba que usara mi minifalda vaquera, aquella que me trajiste de Londres, porque era demasiado provocativa.
Permitías que mi hermano volviera más tarde los días de fiesta.
Te ponías nervioso y acudías a frases hechas cuando era una mujer la que se equivocaba al volante.
Te sentías orgulloso, aunque nunca lo dijeras, de ser más importante y ganar más dinero que mamá.

Me lo diste todo. Y sin embargo…








Querida mamá:

Desde antes de nacer, incluso desde antes de ser engendrada, ya me amabas con todas tus fuerzas. La primera noche que llegué a este mundo la pasaste en vela, a pesar del cansancio, porque no podías dejar de mirarme.
Irte al trabajo y dejarme en casa con unas décimas de fiebre era todo un suplicio.
Imposible apuntarte a aquel curso de poesía que tanto te hubiera gustado.
Sufrías tontamente si mis pies pequeños y tiernos se mojaban un día de lluvia mientras iba al colegio. ¿Recuerdas las veces que te levantabas de noche para ver si estaba tapada en las frías noches de invierno?
Fuiste capaz de renunciar a tu trabajo, que, por cierto, te encantaba, para quedarte conmigo.

Me lo diste todo. Y sin embargo…

Me pusiste ropa de color rosa y me llamabas “princesa”.
Por mi tercer cumpleaños, me regalaste una muñeca sosa y aburrida en vez de la caja de cromos de coches de carreras.
No querías llevarme en el coche porque pensabas que papá lo haría mejor que tú.
Me enseñaste a coser, a lavar, a planchar… y tu exquisita receta del pastel de manzana, mientras mi hermano leía sus cómics.
Me llevaste a clases de baile cuando sabías que lo mío era el taek-wondo.
Me explicaste que una mujer tiene que ser dulce, modosa y callada.

Me lo diste todo. Y sin embargo…


EL ORIGEN DE LA VIOLENCIA ESTÁ EN LA DESIGUALDAD.

POR FAVOR, ENSEÑADNOS A SER PERSONAS.

El IES Torreserena dice ¡NO!

El día 25 de noviembre, día contra la violencia de género, nuestro centro se llenó de consignas y carteles en contra de este tipo de violencia con las mujeres. Las semanas previas a esta fecha, en las tutorías, se han realizado diversas actividades para concienciar al alumnado del machismo que aún impera en nuestra actual sociedad, actitud que, desgraciadamente, desemboca en constantes episodios de violencia de género.

El alumnado, durante el recreo, leyó frases, poemas y un manifiesto, textos todos ellos referentes a la violencia. Después de la lectura de estos textos, se hizo un gran lazo humano, con globos de color morado para recordar a las víctimas de la violencia de género. La música, alusiva también al mismo tema, estuvo presente durante todo el acto.

Para finalizar, el alumnado de 3º de ESO se trasladó a la plaza del ayuntamiento para leer públicamente el manifiesto y asistir al acto que el Ayuntamiento de Viator había preparado para este día.

Que nuestro grito de guerra sea cada día: ¡NO A LA VIOLENCIA DE GÉNERO!

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En nuestra página web pueden ver las actividades que se realizaron el 25 N
https://iestorreserena.com/

miércoles, 16 de noviembre de 2016

Carmen de Burgos y el arte flamenco

Cada día me apasiona más esta mujer almeriense. Periodista, escritora, traductora, activista de los derechos de la mujer... ¡y corresponsal de guerra! Fue la primera mujer española que se dedicó a tan arriesgado trabajo. 

Con motivo de la celebración del Día del flamenco, 16 de noviembre, rescatamos del olvido algunas obras de esta escritora en las que, como andaluza que era, hace referencia al arte flamenco.

Con Ensayos Literarios debuta en el campo de la narrativa. Dedicada a su tío Agustín, senador del Reino, y prologada por el ilustrado abogado almeriense Antonio Ledesma Hernández, la editó ella misma en la imprenta del suegro. Consta de catorce capítulos, dos con el título genérico de Cantares, en los que incluye coplas de desamor, de tres y cuatro versos octosílabos, propias para ser cantadas por soleares, fandangos, tarantas o peteneras: 

Donde principia el desprecio / es donde el amor termina / y acaban los sufrimientos 

Que deje de amarte yo, / no lo puede conseguir / ni todo el poder de Dios 

Por la salud de tu madre / que no me olvides, chavó, / que no encuentras en el mundo / quien te quiera más que yo 

Nunca conocía los celos / hasta que tú me los das, / y quisiera que me dieras / mejor veinte puñalás

 En Cuentos de Colombine (F. Sempere y C.ª Editores, Valencia, 1908) se incluye En la sima, interesante relato de costumbres en el que narra, entre otros aspectos, las penalidades e injusticias sufridas por almerienses en los tajos mineros de Linares. Carmen de Burgos descifra en sus páginas la clave etimológica del vocablo “taranto”, nuestra mayor aportación estilística, junto a la taranta, al frondoso árbol del cante Flamenco: 

Todos aquellos eran menos desdichados que los braceros, los que picaban arrancando el metal; gente miserable que se hacinaba en las infectas casas de solteros en repugnante promiscuidad. Abundaban los “tarantos”, que trabajaban la temporada de invierno en las minas de Linares en vez de emigrar a África (…) En Linares se llaman “tarantós” a los mineros de las provincias de Almería y Granada. Se cree que el origen de la frase es por elipsis de “estarantos”, a causa de la unión fraternal que reina entre ellos, y que les hace acudir unos a otros en los momentos de peligro. 

Cabe destacar por último la entrevista –más centrada sobre aspectos humanos que profesionales- realizada a la sazón joven y genial cantaora sevillana Pastora Pavón Cruz “Niña de los Peines”, publicadas en el madrileño El Heraldo e incluida (1916) en Confidencias de Artistas.